



"Tierra de Pasto"
Video acción
Color, sonido, 3'29"
Barrio Bosa, Bogotá.
2009
II. BUS VENTANA - PANTALLA
Der. Seis de la mañana. Un fuerte y desagradable olor me despertó. Anunciaba que estaba entrando a la capital.
Izq. Un inmenso espejo de agua, espeso y negro sobre la tierra tiene dueño. La primera vez que lo vi tenía un manto brumoso. En el centro del lago alcanzo a percibir la forma de un enorme eucalipto.
Der. El largo total del lago se podía medir en tiempo. La imagen se retuvo casi un minuto. Suficiente para sostener mi curiosidad y vovler.
Izq. Los enormes tubos desaparencen. Sólo me concentro en el lago.
Izq. Lote. Casa. Lote. Casa. Lote. Casa. Lote.
Der. El viento mueve las espigas de trigo verde de un lado a otro en ese gran pedazo de tierra. Al fondo unas montañas de perfil suave.
Der. El agua se empoza en gran parte de la extensión de tierra. Había unas matas enanas rojas, como quemadas, similares a las de un humedal. Al fondo una casa que parece la hacienda.
Der. "Prohibida la entrada a particulares". Hasta la mierda tiene dueño. Yo quiero jugar fútbol como aquellos que están ahí los domingos e ignoran las advertencias.
Izq. Vuelvo. Los niños juegan con una pelota verde que rebotaba contra nada en el lote. Todo lo demás es árido. La hierba negra cruje en cada paso que doy.
Der. No es un lago, es un embalse. Se ha extendido, el agua llega hasta el borde de la carretera cuando entro al pueblo. Seguramente amenaza en invierno. Una imagen perversa se me atraviesa: toda la muerte de la ciudad tocaría mis pies si llegara a crecer más.
Der. El embalse está seco. La tierra está craquelada. Mis botas amarillas se hunden. El barro me succiona. El sol me quema. el olor a podrido me llena los pulmones. No quiero estar ahí.
Izq. El agua negra vuelve a cubrir las huellas que aseguré dejar. O que el barro aseguró que dejara.
Der. Me prohíben la entrada. Voy a recoger agua. No me importa. Sé que es el lugar donde va a parar la muerte de toda la ciudad. Me regañana. Me obligan a salir de allí. No hasta que la recoja y la derrame en la carretera. Paso por ahí hasta limpiarlo con el borde del vestido.
Izq. Los patos se acercan a la orilla, el viento sopla generosamente, el aire parece frío. El agua tiene su propio movimiento, es amable y dan ganas de bañarse. Los barcos de vela se dirigen hacia la meta. Los competidores abrazan a sus mujeres, los trofeos brillan sobre la mesa. Todo está cubierto de un tinte azul que el sol se ha encargado de decolorar.